EL UNIVERSAL
CIUDAD DE MÉXICO
El infierno que vive Cruz Azul está al rojo vivo y realmente la salida de Raúl Gutiérrez será únicamente lanzarle un vaso de agua a una hoguera.
Tomemos un viaje en el tiempo. Es 30 de mayo del 2021 y Cruz Azul se proclama campeón de la Liga MX después de 24 años. El escenario es inmejorable, el Estadio Azteca está pintado de azul, las calles de la Ciudad de México se mueven al ritmo que los aficionados de la Máquina lo permiten y los fantasmas que tanto daño le hicieron al club cementero se iban con la intención de nunca más volver.
El súper héroe sin capa tiene nombre y apellido. Se llama Juan Reynoso y le devolvió la paz a una afición atormentada.
Pero no, lo que parecía la oportunidad para que Cruz Azul retome esa grandeza que parecía perdida y se convierta en un equipo dominador del futbol mexicano fue desperdiciada y los mismos problemas que tenían antes de Reynoso, los dejaron crecer en esta "nueva etapa".
Eliminaciones tempranas en Liga MX, humillaciones a nivel internacional en la Liga de Campeones de CONCACAF, y por supuesto, la paliza histórica del América por 7-0 son los recuerdos recientes de un equipo que no encontró el rumbo a la gloria una vez más.
En resumen, en vez de encontrar estabilidad, Cruz Azul se convirtió en una Máquina sin engranajes que en menos de un año tuvo tres entrenadores (Juan Reynoso, Diego Aguirre y Raúl Gutiérrez) y los despidió a los tres.
Ahora, José Manuel de la Torre y Jaime Lozano suenan como candidatos principales para tomar las riendas del equipo.