En un cuarto de hora desconcertante, el Barça no aprovechó el regalo de los navarros, dos autopistas por las bandas ante la densidad de futbolistas en la medular. Cuando se dio cuenta del boquete, entre Pedro y Alba por la izquierda y Alexis, por la derecha, abrieron la lata de manera muy fácil.
Cuando los del Tata entraron en materia, fueron imparables. Destaparon su mejor fútbol y arrinconaron a los navarros a base de juego combinativo, pases filtrados al interior del área, al espacio y un perfecto aprovechamiento de las bandas. Todo eso y el acierto ante la meta contraria.
Iniesta destacó con su fútbol angelical, su toque sutil y la clarividencia que le caracteriza fue el de los mejores días y en ese punto, el Barça se dispara. Lideró el fútbol desde la izquierda para habilitar a Alba en las subidas, para combinar con Pedro o para asociarse con Messi.
Para que los azulgranas despertaran tuvieron que ver cómo Valdés sacaba un balón de la red de su portería.
Entre el minuto 18 y el 22, el Barça decidió el partido. En el 1-0, Messi culminó una jugada colectiva en la que intervinieron Pedro, Xavi y Alexis. En el 22’, un magnífico pase de Iniesta a Alba permitió al lateral asistir a Alexis para el 2-0.
A partir de ese instante el local se empezó a gustar ante un Osasuna que había perdido el norte.
Antes del final del primer tiempo, Iniesta anotó el 3-0, tras enganchar con la izquierda y desde la frontal del área un remate seco y cruzado.
Con todo decidido, el partido parecía haber dado todo de sí en el primer tiempo, pero no fue así, porque el Barça anotó cuatro goles más en una poderosa exhibición de ataque. Marcó Messi el 4-0 y el 6-0; Tello el 5-0 en el primer balón que tocó y Pedro cerró el marcador en el último minuto del partido.
Después de las dudas suscitadas en los últimos partidos, el Barça volvió hoy a sentirse como en los mejores tiempos y cuando eso ocurre puede ganar a cualquiera. Necesitan los azulgranas volver a creer en sí mismos como visitantes y tienen en el Bernabéu, frente al Real Madrid, dentro de una semana, la posibilidad de apretar el campeonato.