EL UNIVERSAL
CIUDAD DE MÉXICO
"Hemos vivido en el error: América descubrió a Cristóbal, no Cristóbal al América", dijo el legendario cronista Ángel Fernández, al ver la calidad de un jovencito de 18 años que debutaba con la camiseta azulcrema hace medio siglo.
Esa frase quedó marcada para la posteridad, porque ejemplifica a la perfección lo que significa Cristóbal Ortega en la historia de la institución americanista.
"El Siete Pulmones" perdió la vida a los 68 años, luego de varios problemas de salud.
Para dimensionar lo que Ortega significa en el América, basta con echar un vistazo a sus números.
Debutó en 1974 bajo las órdenes de José Antonio Roca y se retiró hasta 1992, marcando un hito en el futbol mexicano: 18 años portando sólo la camiseta de las Águilas.
El exvolante, quien en sus inicios se desempeñó como extremo por la velocidad que tenía, vio pasar a todos los demás representantes históricos del americanismo.
Carlos Reinoso, Daniel Brailovsky, Antonio Carlos Santos, Alfredo Tena y Luis Roberto Alves Zaguinho desfilaron por el club, mientras él se mantenía firme como la figura.
A pesar de que son ídolos del América, ellos coincidieron en una cosa: Cristóbal Ortega es "el más grande de todos".
En 711 partidos disputados, siendo la mayor cantidad para cualquier jugador del América, conquistó 14 títulos, prueba de la calidad que le da la etiqueta de leyenda.
El más humilde en la historia del América: Leonardo Riaño
Dentro de los 108 años de las Águilas, Cristóbal Ortega escribió su nombre con letras doradas gracias a sus 711 partidos y 14 títulos. Dejó una huella imborrable y demostró que existe un americanismo alejado de la soberbia y la petulancia con la que suele asociarse.
Referentes azulcremas como Enrique Borja y Miguel Herrera recordaron su grandeza. "Es uno de los personajes más importantes de todos los tiempos, pero además un extraordinario ser humano. La huella que deja es muy importante", dijo el exdelantero, y el "Piojo" lamentó que "se va una gran leyenda del América".
Javier Aguirre, técnico de la Selección Mexicana y excompañero de Cristóbal en Coapa, recordó en exclusiva con EL UNIVERSAL Deportes que "fue un gran amigo y compañero, una leyenda del futbol mexicano".
El periodista David Faitelson se rinde ante el ídolo. "Es una de las últimas esencias del romanticismo, porque toda su carrera la hizo con el mismo equipo, algo que hoy parece imposible". Coincidió con el narrador Raúl Sarmiento, quien cree que "es la imagen del americanismo, el que mejor puede describir lo que es el América y algo que se ha perdido: El amor a la camiseta".
Quienes lo recuerdan, destacan su humildad. "Siempre fue sencillo, cercano a la gente, el más humilde y jamás agrandado", agregó el narrador Leonardo Riaño. Álvaro Morales, conductor en ESPN, aseguró que "es una leyenda con los pies bien puestos en la tierra, ejemplo de profesionalismo, humildad y trabajo". Su compañero Mauricio Ymay declaró que "le dio títulos al equipo y siempre sintió los colores. Fue un gran futbolista y mucho mejor persona".
El narrador Enrique Bermúdez confesó estar muy triste y destacó que "fue uno de los símbolos de la cantera americanista". Finalmente, el periodista Javier Alarcón lo etiquetó como un fenómeno y "el jugador más representativo del americanismo, aunque no tenía esa personalidad de autosuficiencia. Se le va a recordar como un jugador todoterreno, comprometido, pero como una persona de bajo perfil, que todo el tiempo pensaba y vivía el americanismo como pocos".
