EL UNIVERSAL
CIUDAD DE MÉXICO
En octubre pasado el huracán "Otis" acabó con la vivienda de miles de guerrerenses, entre los damnificados estaban el señor Julio Zamora, la señora Gudelia Tapia y la familia Carrera Abarca.
Tras casi seis meses del devastador fenómeno natural y con ayuda del tenis en Acapulco, ya pueden contar con sus casas.
"Estamos contentos por habernos incluyendo en el proyecto estamos felices, lo que pasó fue una tristeza, pero hay que seguir adelante con la ayuda de la fundación está dando resultados", expresó Don Julio.
La empresa Mextenis, organizadora del Abierto Mexicano de Tenis y el GNP Seguros Tennis Open Challenger ATP 125, junto a la organización Construyendo se han encargado de levantar los hogares que Otis desapareció, pero en un inició los habitantes creían que no cumplirían.
"(Los vecinos) algunas veces decían que no podía darse, no creían en esto, pero la casa ya está, cómo no voy a creer que se hacen las cosas, confíen en la gente que está ayudando", agregó Don Julio.
"No les quería creer, la verdad que en este momento vienen políticos a aprovecharse, pero cuando me dicen que era cierto fuimos", contó el señor Carrera y destacó la velocidad para levantar su casa.
"Nuestra casa la tumbaron en enero, la comenzaron a construir en marzo y entre el 5-8 de abril la entregaron", añadió el padre de familia.
Su esposa recordó el suceso entre lágrimas y este viernes está agradecida.
"Fue muy difícil, pero estamos felices con construyendo por esta oportunidad", indicó la madre de tres menores.
La señora Gudelia Tapia también agradeció este apoyo, "ya tengo mi casita, todos están poniendo algo para ayudarnos y decirles que Dios se los multiplique".
Si antes el tenis era un deporte que desconocían, hoy con esta convivencia de tenistas que han venido a apoyar a algunos detalles en la construcción de la casa, se han ganado nuevos aficionados.
"Conozco los tenistas famosos de otros países como Felix, fuimos a ver a Stefanos Tsitsipas, Ernesto Escobedo vino, son buenos muchachos y los vamos a apoyar cada que vengan", finalizó Don Julio.