EL UNIVERSAL
CIUDAD DE MÉXICO
La deuda de los estados y municipios del país siguió su tendencia creciente al rondar 700 mil millones de pesos en 2023, año en el que prevaleció el encarecimiento de los intereses y el efecto de una alta inflación que hicieron recurrir a la reestructuración.
Se espera que para este año los gobiernos subnacionales enfrenten retos importantes en un escenario más adverso para el gasto federalizado, por los múltiples procesos electorales y por tasas de interés aún en niveles elevados, advirtieron analistas.
Así, el saldo total del financiamiento y obligaciones de las entidades federativas y municipios en 2023 subió a 698 mil 980 millones de pesos, un aumento de 2% o 14 mil 585 millones respecto al dato de un año antes, de acuerdo con datos publicados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Con ello, el monto que le correspondería pagar a cada habitante del país si esos pasivos se repartieran equitativamente entre el total de la población sería de 5 mil 326 pesos en promedio, contra 5 mil 259 pesos que les correspondían en 2022, estimó el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas.
Al filo del cierre del sexenio, la deuda per cápita estatal estaría dando un salto de 4 mil 819 pesos que representó en promedio en 2018, a superar 5 mil pesos.
Nuevo León mantiene el primer lugar en endeudamiento por habitante, pues si en estos momentos los neoleoneses debieran contribuir a pagar los pasivos del gobierno que encabeza Samuel García, les correspondería aportar 17 mil 112 pesos a cada uno.
Le siguen Chihuahua, con 13 mil 146 pesos; Quintana Roo, 13 mil 48 pesos; Coahuila, 11 mil 973 pesos, y la Ciudad de México, con 11 mil 9 pesos por cada capitalino.
AÑO DE REESTRUCTURAS FINANCIERAS
El director general adjunto de Análisis Económico de la calificadora HR Ratings, Ricardo Gallegos, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL que 2023 se caracterizó por ser un año de reestructuración de deuda para los gobiernos subnacionales.
El especialista de la agencia evaluadora que revisó el año pasado112 calificaciones en el sector subnacional, de los cuales 25 fueron entidades federativas y 87 municipios, señaló que, ante las elevadas tasas de interés, esa fue la principal actividad financiera en 2023.
"La mayor parte de las entidades optaron por ese tema", explicó.
Muchos de los créditos que se tomaron hace seis, siete u ocho años, producto de reestructuras de administraciones pasadas, ya empezaron a tener una curva de amortización más acelerada, puntualizó.
Por lo tanto, Gallegos dijo que el incentivo natural que tuvieron durante el año pasado las haciendas locales fue que si estaban pagando una tasa de interés o un servicio de deuda mucho más alto porque la curva ya cambió, era momento de reestructurar.
Hubo pocas entidades que tomaron créditos nuevos o frescos, aunque modestos respecto a años anteriores. Tal fue el caso de la CDMX, Yucatán, Estado de México, Jalisco y Nuevo León.
"Por su naturaleza económica, han tenido necesidades de inversión física importante, como Yucatán para sus puertos y el Estado de México para cuestiones de movilidad", mencionó.
En tanto, el resto siguió los pasos a la política del gobierno federal de limitar el endeudamiento, y maximizar lo que tienen con los ingresos y gastos.
Lo anterior, bajo el argumento de que la situación es complicada y es mejor ajustarse, explicó.
No obstante, esa falta de apetito en el mercado por el encarecimiento de los intereses del dinero prestado, y por la política de no endeudarse tiene un costo de oportunidad que seguramente las entidades federativas verán en los próximos años, dijo.
ELECCIONES, EL FOCO
Este año pone los reflectores sobre las elecciones y, según el especialista, hay que poner atención a ciertos aspectos relacionados con el endeudamiento subnacional.
"Siempre que hay elecciones hay que revisar el tema de corto plazo como uno de los factores de riesgo", señaló.
Entre las entidades que van a tener cambio de gobierno están CDMX, Chiapas, Jalisco, Guanajuato, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
Todas tienen liquidados los créditos de corto plazo, incluyendo Veracruz y Yucatán, que tenían un poco de saldo, pero ya lo finiquitaron, y con ello cumplen con la Ley de Disciplina Financiera y no se anticipa riesgo por ese lado, afirmó.
De acuerdo con las pláticas de HR Ratings con algunos gobiernos estatales, si bien hay expectativas de que las tasas de interés empiecen a bajar, será a una velocidad cauta, aunque se mantendrán altas.
Bajo ese razonamiento, el sector reconoce que no en este año, sino en 2025, con el cambio de administración y conociendo un poco si se ajustarán las ‘reglas del juego’ o la política de financiamiento, podrían empezar a liberarse o hacer planes, pero es algo que se evaluará, señaló Gallegos.