Yasmin Mariche/Veracruz.- Los centroamericanos llegan a la iglesia de Santa Ana para curarse y retomar fuerza en la búsqueda del sueño norteamericano, mientras que otros salen huyendo de los grupos delictivos. Tras haber recorrido miles de kilómetros desde Honduras, El Salvador o Guatemala los migrantes encuentran consuelo en el atrio de la parroquia ubicada en la cabecera municipal de Boca del Río.