Se olvidaron de ovitrampas
REDACCIÓN
COATZINTLA
Como parte de la estrategia contra el dengue, además de descacharrizaciones y Llantatón, en el mes de junio el sector Salud instaló 400 ovitrampas y repartió hojas de cotejo en esta cabecera.
Sin embargo, la estrategia dio al traste por la pandemia del COVID-19. Las ovitrampas serían revisadas cada 15 días por personal de salud, los huevecillos capturados serían llevados a laboratorio para su análisis y mejor control sanitario, pero esto ya no se hizo.
La ovitrampa se elabora con una botella de PET que se pinta de negro mate, contiene una malla de PVC y un atrayente químico natural (inofensivo para la gente) donde llega la hembra del mosco a dejar sus huevecillos. También el insecto queda atrapado.
Inicialmente se colocaron en el Barrio de Xico y la colonia Ruiz Cortines, cada 15 días se renovaría el atrayente y se quitarían moscos y huevecillos; con esto se pretendió cortar la reproducción del mosco transmisor de enfermedades y conocer su cantidad y comportamiento.
El 17 de junio anterior se repartieron además hojas de cotejo, es decir, un cuestionario de autoevaluación que las personas residentes donde se colocaron las ovitrampas responderían. Con esta información se implementarían las medidas sanitarias correspondientes.
Toda la estrategia quedó en veremos. El COVID-19 atrajo la atención de los servicios de salud, ahora todos están pendientes de la nueva variante ómicron; el dengue y otras enfermedades febriles pasaron casi al olvido.
