Pega al bolsillo de familias de La Huaca
JOSÉ JUAN GARCÍA/AVC
VERACRUZ
El confinamiento social y el cierre de los comercios no esenciales como consecuencia de la emergencia sanitaria del COVID-19 provocaron que los ingresos de familias que habitan en el Barrio de La Huaca de la ciudad de Veracruz resultaran disminuidos en los meses recientes.
Incluso, hubo quien recurrió a préstamos personales al enfrentar dificultades económicas por la falta de dinero y otros que buscaron otras maneras de ganarse unos pesos, como, por ejemplo, aplicando inyecciones, organizando rifas o recolectando materiales reciclables.
YO LE BUSCO, VENDO MASA, INYECTO, HAGO RIFAS: ROSITA CEDILLO
Rosita Cedillo es una mujer mayor, que vive sola en el patio Tanitos, ubicado en Doblado, entre 16 de Septiembre y Gómez Farías, quien se levanta a las cinco de la mañana para proveer de masa a las familias que se dedican a la venta de antojitos en el Barrio de La Huaca.
Sin embargo, la distribución de masa bajó porque cayeron las ventas de los antojitos debido a la falta de clientes por el aislamiento social, lo cual afectó el bolsillo de Rosita.
Aunque ha enfrentado dificultades económicas, no ha recurrido al empeño o a los préstamos, sino que ella se las ingenió para ganarse unos pesos más en el día a día, por lo que aplica inyecciones, organiza rifas e incluso recolecta materiales reciclables, lo cual le permite subsistir a los tiempos de crisis.
“Yo vendo la masa a todas las que venden por aquí, yo inyecto, hago rifas, ahí me la llevo, yo le busco porque estoy sola (…) Yo le busco, yo aquí todo esto controlo, desde las cinco de la mañana, ahorita vengo a darle de comer a mis animalitos, tengo el gallo, la gallina, la pata; recojo botellas y vendo las latas”, expresó.
Rosita Cedillo es una mujer que no permanece quieta a pesar de sus años, pues presume que su día inicia a las cinco de la mañana y termina alrededor de las 11 de la noche.
NO HAY QUE RAJARSE, PORQUE SI NO RAJAMOS, PERDEMOS: JOSÉ SANTOS
José Santos Mejía es el dueño de Antojitos Silvia, el cual se localiza en el patio Tanitos del Barrio de La Huaca.
Él comparte que padeció la falta de chamba durante cuatro meses, por lo que se vio obligado a pedir un préstamo de cinco mil pesos a un amigo para tratar de mantenerse, ya que estimó que las ventas cayeron en aproximadamente un 80 por ciento desde el inicio de la emergencia sanitaria.
Santos Mejía comentó que el préstamo lo está pagando poco a poco a pesar de las dificultades.
Sin embargo, él asegura que se mantiene en la lucha para seguir adelante porque “pierde quien se raja”.
“Estamos haciendo la lucha para medio comer, las ventas bajaron el 80 por ciento, fue mucho, bastante la verdad, pero no hay que rajarse porque si nos rajamos, perdemos, hay que seguir en la lucha (…) Fueron como cuatro meses que no hubo chamba, pero ahí vamos”, apuntó.
MUJERES DE LA HUACA NO RECIBIERON APOYOS DEL GOBIERNO
La maestra Noemí Palomino Galván aseguró que la emergencia sanitaria afectó económicamente a las dos mil familias que habitan en patios como La Favorita, San Salvador, San Nicolás, Tanitos, Doblado 50, San Antonio, Melones, Burritos, Beneficencia, Tripolitaria, Hidalgo, Paraíso, entre otros.
Sin embargo, Palomino Galván señaló que las autoridades de los tres órdenes de gobierno no implementaron programas de apoyo para las familias de La Huaca pese a las dificultades económicas que enfrentan por la caída en sus ingresos.
Además, la entrevistada manifestó que un número importante de mujeres no recibió los préstamos que ofreció el gobierno estatal como apoyo para subsistir a la emergencia sanitaria.
“Hemos exhortado a las autoridades de todos los niveles a que nos ayuden, muchas mujeres no recibieron el préstamo famoso para ayuda, muchas no lo recibieron, no llegó a sus manos, desconocemos los motivos, pero esta gente como mucha de Veracruz es la que le pega a la economía, a su trabajo, a ver de dónde”, finalizó.
