Su esposo se lo arrebató a golpes a pesar de contar con la custodia del menor de tres años.
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Orizaba
Debido a que su hijo le fue arrebatado a golpes por su esposo desde el pasado 13 de marzo de 2019, la joven mujer Dulce María Espíndola Beristain de 22 años de edad y originaria de Orizaba, clama justicia ya que desde hace un año y medio no ha podido ver y mucho menos saber cómo se encuentra su pequeño de tres años de edad.
La joven mujer con lágrimas en los ojos afirma no saber nada de él y lo peor es que ninguna autoridad la ha ayudado, pese a que ella tiene la custodia total del menor.
"A mi corta edad soy parte de una estadística en donde su marido la golpea y le arrebata su hijo, tengo 22 años y hace aproximadamente ya más de un año, mi esposo me quitó a mi hijo de un año nueve meses aun lactando y es la fecha que no sé nada de él. No han hecho nada las autoridades, por esta pandemia han cerrados los Juzgados, y las Fiscalías, mi caso está parado mi niño hoy en día tiene tres años, hace pocos días cumplió años y no pude estar con él", dijo.
Señaló que ante la apatía de las autoridades del Gobierno del Estado y de la Fiscalía General, la mujer ha solicitado el apoyo de las integrantes del Movimiento Marea Verde Altas Montañas y el Colectivo Feminista Cihuatlahtolli, para intentar recuperar a su pequeño hijo.
Así mismo dijo que el propio DIF Municipal de Orizaba, le ha negado el apoyo para lograr recuperarlo, indicándole que le corresponde a Mariano Escobedo, cuando los hechos y su domicilio se encuentran asentados en la Pluviosilla."Me lo quito a golpes el mismo 13 de marzo de 2019 ya hace un año y medio, tengo entendido que se encuentra en el mismo domicilio en donde vivía él y yo(...), también me fue denegado el debido apoyo del DIF de Orizaba encabezado por el licenciado Luna Toral porque en todo momento alegó que este problema no le competía al municipio de Orizaba sino al municipio de Mariano Escobedo siendo que todos los hechos sucedieron en la unidad del Chayotal aquí en Orizaba, negándole a mi bebé el apoyo necesario por la violencia física y mental a la que él también fue objeto al arrebato de mis brazos con lujo de violencia", aseguró.
Espíndola Berinstain denunció que a través del influyentismo que ha ejercido el abuelo paterno del menor de nombre: David Ignacio Barroso Manríquez, quien se dice ser abogado le han denegado la oportunidad de ver crecer a su hijo.
Incluso responsabilizó directamente de lo que pudiera pasar a ella, como a su hijo, al padre de su hijo: John Nicolás Barroso Sánchez, a su padre y abuelo del menor, David Ignacio Barroso Manríquez, y a su abuela paterna, María Mercedes Sánchez García, así como a las autoridades que han hecho caso omiso a este caso para que se ejerza la ley y la justicia.
Afirmó que todas las pruebas ya se encuentran presentadas y documentadas ante la Fiscalía Regional de Justicia con sede en Orizaba, mismas que se encuentran paralizadas y son ignoradas por las autoridades, quienes se supone que deberían de velar por bienestar de las familias veracruzanas.
