Al interior se viven situaciones de abuso de poder y amenazas.
MISAEL OLMEDO SIFUENTES/AVC
POZA RICA
En un espacio de violencia y abusos para los reclusos se ha convertido el Centro de Readaptación Social (Cereso) en Poza Rica, de acuerdo a familiares, les están obligando a pagar cuotas económicas, de distintos montos, hasta para que puedan utilizar el baño y comidas.
Familiares de internos, que pidieron mantener en resguardo su identidad por temor a las agresiones físicas a los internos, indicaron que al interior del Cereso se están viviendo situaciones de abuso de poder y a través de amenazas se ha encontrado un negocio a costa de las familias de los internos.
Explicaron que para que puedan ingresar al baño, para ocupar una cama, para obtener comida y hasta para que sus familiares les puedan entregar algunos alimentos los internos son obligados a pagar diferentes montos.
Además de que se están presentado los casos de extorsión, exigiendo cuotas de entre 200 a 500 pesos semanales para “proteger” a los internos de alguna agresión, quienes se niegan a pagar esta cuota han sido golpeados.
“Solamente quedó a deber un peso, fue por una comida y una coca, ese día yo no pude ir a entregar el dinero que me pidieron y él (recluso) no pudo pagar ese peso y lo golpearon, así están varias personas lesionadas”, expresó una de las familiares.
Señalan que esta situación no se había presentado anteriormente y fue desde que se realizó el cambio de director cuando se comenzó con este tipo de cobros que son el modo de extorsión que está afectando a los internos y sus familias.
Cabe recordar que el delegado regional de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), Tonatiuh Hernández Sarmiento la semana pasada confirmó que se estaba investigando al menos una solicitud de intervención en el Cereso por condicionar la compra de algunos alimentos.
