Reaparece en entrevista con 30 kilos menos.
RODRIGO BARRANCO DÉCTOR
BOCA DEL RÍO
El exgobernador Javier Duarte de Ochoa reapareció ante los medios de comunicación con un aspecto demacrado, con más barba y 30 kilogramos menos de peso.
Lo anterior fue publicado por el periódico El Heraldo de México, en una entrevista hecha por Manuel López San Martín, en el reclusorio donde está detenido el cordobés.
En el relato que hace el periodista cuenta que Duarte sigue en un área apartada del resto de la población y cuenta con una dieta especial baja en calorías.
Narra que el Veracruzano no le permite fotografías, ni audios, pues prefiere guardar un bajo perfil, por recomendación de su defensa.
Sin embargo, el reportero da una imagen del estado que guarda el priista al describirlo sin la sonrisa que tenía el momento de su detención.
También, asegura que está rapado y usa una boina color beige, como la usan el resto de los reclusos.
Duarte de Ochoa tendría unos 30 kilos menos, que acude a clases de box, por tres horas diarias y camina una hora más al mediodía.
Dado a que Manuel López si pudo tomar nota en su libreta, escribió que el exgobernador se siente traicionado, pero no guarda rencor contra sus cercanos que declararon en su contra.
Se dice soldado fiel de las instituciones, por lo tanto del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, aunque, dijo, la Procuraduría General de la República fue implacable con él.
Según el entrevistador, el acusado guarda poco optimismo, porque, aunque se dice inocente, comenta que lo pintaron como a un monstruo, que la sociedad ya lo juzgó y que será difícil que un juez lo exculpe de acuerdo a derecho.
El cordobés contó que todos los días habla con su familia por teléfono, a veces, en dos ocasiones al día, hasta que se termina el saldo de la tarjeta que usa.
En las llamadas ayuda a sus hijos a hacer tarea e insiste que los suyos viven de forma austera en Londres.
Javier Duarte de Ochoa dijo al Heraldo de México que "es el pagador", que le achacan todos los males que hubo.
Insiste en que no hay pruebas que sostengan los señalamientos que lo acusa la PGR y la Fiscalía General del Estado de Veracruz.
