"Esto es bastante peligroso, y no se puede entender que en una ciudad como Veracruz, existan este tipo de construcciones, con este estado de deterioro, está muy alto este muro, y corremos peligro los que pasamos por aquí con nuestros hijos para llevarlos a la escuela", comentó Raúl Chávez, padre de familia del plantel.
Luego del desprendimiento del material, fue cerrado un tramo de la banqueta, en un aproximado de 10 metros lineales, del sitio donde se registró la caída de los ladrillos. Sin embargo, los cajones y parquímetro del estacionamiento, ubicados a un costado de esta zona, por el lado de la avenida Miguel Hidalgo; permanecieron habilitados, para el uso de los automovilistas.
Incluso, los propios padres de familia, hicieron uso, por algunos minutos; del cajón de estacionamiento, para depositar unas monedas; y con toda “tranquilidad”, llevar a sus hijos hasta la puerta de la escuela. Aunque, luego de lo ocurrido; la preocupación, se dibujó en sus rostros.
"Si es peligrosa esta zona, hay que tener mucha precaución por los niños, principalmente hay que estar al pendiente y con mucho cuidado para que no suceda algo, y de plano bajarse corriendo del carro, yo que lo dejo estacionado aquí, para llevar a mi hija a la escuela, lo que si es necesario es que las autoridades responsables, ya tomen cartas en este asunto, para evitar accidentes graves ”, dijo Carlos González, padre de familia del plantel.
Incluso, sobre la banqueta donde se registró el desprendimiento, también se observaron algunos restos de piezas de coral, que forman parte de la construcción, que según datos históricos; fue edificada originalmente de piedra muca y coral.
Esta zona, de la ciudad de Veracruz; también es paso recurrente de decenas de personas, que asisten a sus centros de trabajo; en el primer cuadro del puerto.
"Hay mucha gente que transita todos los días por esta calle, se imagina que le caiga esta pared a alguien, la desgracia que puede ocasionar; este es un edificio que se está cayendo y no proceden las autoridades competentes", dijo Carlos Padilla, padre de familia de la escuela primaria Francisco Javier Clavijero.
Por cierto que solamente a un cuadra de este lugar, donde ocurrió la caída del material del muro; se encuentran ubicadas las instalaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
