Comentó que al sector transportista y particular le repercute el consumo de gasolina adulterada de tal manera que se va deteriorando el motor, añadió en ese sentido; “nos pega mucho eso, porque hay que llevar el auto a afinación”.
Repuso que del 10 al 20 por ciento de las gasolineras que operan con faltas al consumidor, venden litros que no son litros; 900 mililitros a 750 mililitros, es lo que estimó de la cantidad que entregan.
Larios Barrios abundó que se han presentado denuncias ante la Procuraduría del Consumidor, aunque consideran que ello no tiene efectos en la operación de las gasolineras, ya que son muchas las estaciones que se abren, haciendo de esto un negocio incontrolable.
Refirió que ante el caso omiso de algunas instancias, los taxistas prefieren vociferar entre el gremio cuáles son las estaciones que incurren en faltas al servicio, incluso señaló que las empresas dedicadas a verificar la fiabilidad de las gasolineras, “vienen desde México, nada más a pegar la calcomanía y no sabemos si realmente están bien las bombas”.
El representante de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares aseveró que la Procuraduría del Consumidor no cuenta con la infraestructura y capacidad humana para revisar con lupa los desfalcos que efectúan las compañías gasolineras.
Manifestó además que “Profeco dijo o mencionó que tenía una lista de las gasolineras que estaban alterando el precio o que estaban teniendo este tipo de problemas, pero la realidad es que nunca lo sacó y nunca lo dijo”.