“Pues lo bueno fue el carnaval, pero ahorita no nos está yendo tan bien; el sábado y domingo nos fue más o menos pero este lunes, con el tiempo tan feo, nos está yendo mal”, resaltó una mujer que llevaba un coctel de camarón a un grupo de comensales.
Y es que el último día del puente vacacional fue aprovechado para ofertar los productos alimenticios hechos a base de pescados y mariscos.
Para evitar daños en las palapas, fue necesario desmontar las estructuras y establecerlas a ras de suelo.
Acomodadas una junto a otra, las decenas de carpas quedaron ubicadas frente al mar, mientras los pocos turistas que arribaron a la costa, degustaban sus alimentos a la intemperie.
Sin nada que los cubriera de la brisa marina, las personas se sentaron en las sillas de plástico que los palaperos instalaron alrededor de las mesas de madera.
Los lancheros que realizan recorridos turísticos por la isla de sacrificios también se vieron afectados con el fenómeno meteorológico que llegó a tierras veracruzanas.
Luego del cierre del paso a la navegación menor y mayor, decenas de lanchas quedaron varadas sobre la arena.
Los operadores de las embarcaciones se quedaron con las ganas de cerrar positivamente el puente vacacional.
