Carlos Navarrete/Veracruz, Ver.-
Tras caer de un caballo hace cuarenta años, Julio César Manzanares Mora perdió la movilidad en ambas piernas, y ante la falta de calcio en los huesos su pierna izquierda tuvo que ser amputada. Hoy en día busca el sustento diario a través del programa de empleo temporal a personas con alguna discapacidad, que implementó el DIF municipal de Veracruz.
Él es un hombre alburero, dicharachero y alegre que no baja la guardia ante la dificultad que tiene para caminar.
Con ligera nostalgia en el rostro, el hombre de tez morena recuerda que en cuestión de segundos su vida cambió para siempre.
Con diez años de edad, él y sus padres visitaron Chiapas, pues en aquellas tierras sus abuelos eran dueños de un rancho ganadero provisto de una gran variedad de animales.
Con la inocencia de cualquier infante, Julio César intentó montar una potranca para dar un paseo en los alrededores, sin embargo, el animal temeroso se levantó en dos patas arrojando al pequeño Julio por los aires. Fue en ese preciso momento cuando su vida dio un giro inesperado.
Tras caer de golpe en el suelo, el pequeño Julio se levantó como pudo, sin medir las consecuencias del accidente, “todavía anduve caminando como unas dos horas, pero de pronto me dio un ardor terrible en la espalda, luego el dolor era insoportable, hasta que caí en cama para no volver a levantarme”.
El diagnóstico médico que le dieron a sus padres fue el de una severa fractura en la columna vertebral, con el riesgo de perder la movilidad en ambas extremidades: los doctores acertaron.
El hombre de cincuenta años de edad, recuerda que la falta de recursos económicos le impidió ser sometido a un tratamiento más avanzada, con el cual, quizás, hubiese recobrado la movilidad en las pernas.
“Pues imagínese que un niño que está acostumbrado a correr, a brincar, a andar de allá para acá y que de momento cae en cama, es muy fuerte (…) y luego ver correr a sus amigos y compañeros y no poder hacerlo, imagínate la desesperación”.
Con el paso de los años, la falta de calcio en los huesos, originó que una de sus extremidades se debilitara, al grado de ser intervenida quirúrgicamente para ser amputada.
“Hace seis años que me cortaron la pierna izquierda y todo porque nunca me suministré de calcio (…) la falta de movimiento en la pierna y la falta de calcio hizo que los doctores me la amputaran; el problema es que la columna también me duele mucho”.
Han trascurrido cuatro décadas desde aquella lamentable caída; hoy en día, él trata de llevar una vida como la de cualquier otra persona.
Actualmente se desenvuelve como oficinista en el área de recursos humanos del Instituto de la Policía Auxiliar y Protección Patrimonial (IPAX); consiguió una novia y de vez en cuando, “me tiro unas chelas con mis cuates”.
Él fue uno de los tantos beneficiados con el programa de 100 baños móviles a personas con discapacidad, los cuales utilizarán de manera temporal para trabajar durante los festejos del Carnaval 2014.
Con el programa de empleo temporal, el DIF municipal de Veracruz benefició a 200 personas, quienes cobrarán 10 pesos por cada asistente a las fiestas carnestolendas que requiera del baño para hacer sus necesidades fisiológicas.
