La comerciante refirió que los más de 80 vendedores instalados en la plaza Abasolo solicitan una tarifa adecuada a sus posibilidades, pues con el incremento a varios no les será fácil solventar el gasto ni abastecer su local.
“Pagábamos 240 mensuales a partir del año pasado en el mes de mayo, porque en años anteriores no nos querían cobrar, aparte de que fuimos reubicados de la alameda de Díaz Mirón a Abasolo. Ahora se nos está subiendo hasta en un 200 por ciento nuestros pagos”, enfatizó.
Sentada con gran paciencia en las afueras de la Sala de Cabildo del Ayuntamiento de Veracruz, Lidia Cabañas acudió en compañía de otras dos mujeres que venden ropa, sandalias y bolsas en la calle de Abasolo casi esquina Salvador Díaz Mirón.
Las tres mujeres externaron que a casi siete días de terminar el mes se les está exigiendo el pago de piso que corresponde casi al doble que lo que pagaban en la administración pasada, por lo que para evitarlo buscaban dialogar con el alcalde porteño, Ramón Poo Gil.
“Nosotros ya no somos comerciantes ambulantes, ya estamos establecidos desde que nos reubicaron a la plaza de Abasolo. Todos estamos inconformes. Es el primer pago del mes de enero y estamos queriendo ponernos al corriente, pero si nos cobran todo eso nos será muy difícil”.
La entrevistada se dedica a la venta de sandalias que en épocas calurosas reditúan en buenas ganancias. Pero si continúa el paso de los frentes fríos no habrá ingresos para mantener su hogar rentado.
Contó que el pago de la luz, el agua, la despensa y el pago del piso de dos metros por uno serán complicados de solventar en el mes de enero, ya que la alza a varios productos de su consumo ascendieron entre cinco y 50 pesos.
“Nuestra temporada es la de calor, por ahora tratamos de conseguir créditos. Eso sí, nos tenemos que amarrar el cinturón para no malgastar el dinero. De por sí tenemos una economía precaria, por eso venimos a pedir que tengan consideración de nosotros”.