Veracruz, Ver.- (AVC) El dirigente de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cañeras Independientes (CNOCI), Arturo Hérviz Reyes, aseguró que no claudicará en la lucha por la defensa de los productores cañeros de Veracruz y del país pese al atentado de que fue víctima en Izúcar de Matamoros, estado de Puebla, el 12 de agosto.
Incluso, el ex senador de la República por el PRD convocó a una marcha a las instalaciones de la Secretaría de Gobernación para el jueves próximo con la finalidad de exigir que la PGR coadyuve en las investigaciones del caso.
“Nosotros no vamos a dar marcha atrás, estamos en este movimiento en defensa de los productores de caña del país y vamos a seguir adelante, con ciertas precauciones, pero vamos a seguir adelante (…), no vamos a dejar el movimiento, vamos a seguir la lucha cañera, vamos a tomar precauciones, eso es todo”, expresó.
Arturo Hérviz Reyes aclaró que la PGR todavía no atrae el caso del atentado que sufrió sino que las investigaciones las lleva a cabo la Procuraduría General de Justicia del estado de Puebla.
Hérviz Reyes dijo que una de las líneas de investigación debe ser las denuncias públicas de corrupción que ha hecho dentro de la Confederación Nacional Campesina (CNC).
“Es una línea de investigación que deben de llegar hasta las dirigencias de la CNC y de la CNPR, son líneas de investigación, yo no puedo decirles fue fulano, eso le corresponde a las autoridades investigar, donde fue el atentado, pasamos una caseta de Atlixco, hay cámaras ahí, entonces la procuraduría puede investigar claramente la situación del auto que iba delante de nosotros y que fue de donde se bajaron quienes perpetraron el atentado”, insistió.
El ex senador de la República hizo un recuento de los líderes cañeros independientes que han sido asesinados en el estado de Veracruz en los últimos años.
El dirigente de la CNOCI aclaró que no reforzará su seguridad pese al atentado, pues no la ha requerido a lo largo de su carrera política.
Por último, Arturo Hérviz Reyes comentó que se someterá a una revisión médica con la finalidad de que los médicos determinen si resulta viable extraerle las balas que tiene incrustadas en la cabeza y en el brazo derecho.