15 de Marzo de 2025
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Afecta ecosistemas

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Extracción de material pétreo en ríos de Veracruz genera riesgo de inundaciones

PERLA SANDOVAL/SOFÍA QUIÑONES/AVC NOTICIAS

XALAPA

La extracción de material pétreo en los ríos de Veracruz está alterando su cauce natural, lo que aumenta el riesgo de desbordamientos e inundaciones más agresivas, advirtió la investigadora del Centro de Investigaciones Tropicales (CITRO) de la Universidad Veracruzana (UV) e integrante de la Contraloría Nacional Autónoma del Agua, Beatriz Torres Beristain.

En el marco del Día Internacional de Acción por los Ríos, la especialista explicó que al remover la vegetación o extraer piedras, los cauces se vuelven más rectos, lo que provoca que, en caso de inundaciones, el agua avance con mayor velocidad e intensidad, generando un impacto más severo en las poblaciones cercanas.

“Los meandros son las curvas naturales de los ríos, pero cuando retiramos material pétreo, los hacemos más rectos, y eso provoca que el agua llegue con mayor fuerza durante una inundación. Queremos adecuar los ríos a la estructura de las ciudades, pero eso solo agrava los riesgos”, advirtió.

REGULACIÓN DEFICIENTE Y EXTRACCIÓN ILEGAL

Torres Beristain señaló que, aunque existen regulaciones para la extracción de material pétreo, una vez que se otorgan las concesiones, es poco frecuente que las autoridades supervisen su cumplimiento.

“Existe la idea de que cualquier persona puede disponer de lo que hay en el campo, pero la realidad es que se necesita una concesión. En muchos casos, estas solicitudes han sido negadas porque la sobreexplotación ya ha generado daños, o porque la extracción ocurre cerca de estructuras como puentes, lo que pone en riesgo su estabilidad”, explicó.

Además, denunció que la extracción ilegal de material pétreo es un problema recurrente, ya que quienes la realizan suelen operar en diferentes puntos durante períodos cortos para evitar ser detectados por las autoridades.

SOLICITUDES DE EXTRACCIÓN EN AUMENTO

En Veracruz, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) han recibido al menos 20 solicitudes de permisos para la extracción de material pétreo en diversos municipios, entre ellos:  Álamo, Papantla, Tihuatlán, Cosamaloapan, Gutiérrez Zamora, Amatlán de los Reyes, San Andrés Tuxtla, Alto Lucero, Catemaco, Coscomatepec, Actopan y Soledad de Doblado.

Una de estas solicitudes corresponde a la extracción de 25,693.50 metros cúbicos de material pétreo en el río Cazones, a la altura del poblado El Palmito, en una superficie de 24,550.62 metros cuadrados durante cinco años, con periodos de extracción de ocho meses por año.

Otro caso es el del río Tecolutla, en Gutiérrez Zamora, donde se ha solicitado la extracción en una superficie de 396.419 metros cuadrados por un período de 10 años.

IMPACTO AMBIENTAL Y SOCIAL

Torres Beristain advirtió que los ríos desempeñan funciones ecosistémicas esenciales y están estrechamente vinculados con la biodiversidad local. La extracción descontrolada de material pétreo puede afectar gravemente los hábitats de especies nativas, provocando alteraciones en la flora y fauna de la región.

Además, señaló que muchas comunidades dependen de los ríos para su sustento, por lo que su degradación no solo representa un riesgo ambiental, sino también económico y social.

“Los ríos son fundamentales para la vida de muchas personas que viven de actividades cercanas a ellos. Dañarlos significa afectar la forma de subsistencia de estas comunidades”, concluyó.

EN DOS AÑOS VAN 22 SOLICITUDES DE EXTRACCIÓN DE MATERIAL PÉTREO EN RÍOS DE VERACRUZ

La extracción de materiales pétreos en los ríos y cuerpos de agua de Veracruz continúa en expansión, con 22 solicitudes en trámite entre la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Secretaría de Medio Ambiente del Estado (Sedema).

En el caso de la Semarnat, se han recibido solicitudes para la extracción en municipios como Temapache, Papantla, Tihuatlán, Cosamaloapan, Amatlán de los Reyes, Ángel R. Cabada y Playa Vicente.

Algunos de estos proyectos contemplan la explotación de ríos como el Pantepec, Cazones, Papaloapan y Tesechoacán, con la intención de extraer piedra, arena y grava para distintos usos.

Por otro lado, la Sedema ha registrado solicitudes en localidades como San Andrés Tuxtla, Puente Nacional, Alto Lucero, Catemaco, Coscomatepec, Actopan y Soledad de Doblado. En este caso, los ríos La Antigua, Actopan y Pajaritos están entre los más afectados por la intención de extraer material, lo que podría alterar sus cauces naturales.

Más allá de la extracción en sí, algunos de estos proyectos también incluyen la instalación de bancos de material pétreo, lo que amplía su impacto potencial al ecosistema. Ambientalistas han advertido que estas actividades pueden generar alteraciones en los ríos y lagunas, aumentando la erosión del suelo y poniendo en riesgo la estabilidad del entorno.

Expertos en medio ambiente han señalado que la remoción de piedras y arena modifica la dinámica de los ríos, lo que puede derivar en desbordamientos más severos y en la contaminación del agua. Además, la fauna y flora asociadas a estos cuerpos de agua se ven directamente afectadas, ya que muchas especies dependen de estos hábitats para su supervivencia.

Expertos han advertido sobre las graves consecuencias ambientales que esta actividad conlleva, entre ellas la contaminación del agua, la destrucción de flora y fauna, la alteración de cauces y la erosión del suelo.

Uno de los efectos más inmediatos es el incremento de la turbidez del agua, lo que dificulta el desarrollo de especies acuáticas y puede ocasionar la acumulación de desechos orgánicos e inorgánicos. Además, la remoción de sedimentos y la alteración de los cauces naturales ponen en riesgo a las comunidades cercanas, incrementando la vulnerabilidad ante inundaciones y afectaciones en la disponibilidad de agua.

Desde el ámbito ambientalista, se ha hecho un llamado a la sociedad para sumarse a la defensa de los ríos y generar conciencia sobre la importancia de su conservación. Entre las acciones cotidianas que pueden contribuir a su protección, destacan la reducción del uso de plásticos, evitar la contaminación del agua, apoyar a colectivos que luchan por su preservación, denunciar a las empresas que contaminan y difundir la necesidad de cuidar estos ecosistemas.

Ante este panorama, se insiste en la necesidad de regulación estricta y seguimiento por parte de las autoridades, así como en la exigencia de una gestión sostenible que garantice la protección de estos recursos naturales para las futuras generaciones.


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