5 de Febrero de 2025
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

Deportaciones, un riesgo para empleo en la frontera norte

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EL UNIVERSAL
CIUDAD DE MÉXICO

Las deportaciones masivas de connacionales y latinos que viven y trabajan en Estados Unidos amenazan con impactar al mercado laboral, en particular en la frontera norte del país, alertaron especialistas consultados por EL UNIVERSAL.
Señalaron que ante la renovación del programa "Quédate en México" por el presidente estadounidense Donald Trump, que exige a los solicitantes de asilo esperar del otro lado de la frontera mientras sus casos avanzan en tribunales, se agravaría el problema de migración en el norte del suelo mexicano.
Ciudades como Tijuana, Tecate, Mexicali, Ciudad Juárez, Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo, que cuentan con 3.1 millones de personas económicamente activas, corren el riesgo de ser invadidas por más de millón de deportados o migrantes con necesidad de trabajar, mientras esperan para llegar a EU.
"El mercado laboral en México está en un punto crítico de transformación. El mandato de Trump introduce elementos de incertidumbre, especialmente en términos de políticas migratorias y aranceles, que podrían afectar segmentos del mercado laboral y las exportaciones mexicanas", afirmó Alfredo Araneda, director para Hispanoamérica de Robert Walters, empresa de recursos humanos.
"El principal reto para el mercado laboral del país este año está en la imposición de aranceles y la deportación masiva, que generarán presiones en el control de la informalidad y la pobreza laboral", advirtió Jorge Sales, experto en materia laboral y sindical.
Repatriación masiva
Aunque hay definiciones pendientes en materia de migración, hay datos que dejan construir algunos escenarios, dijeron los expertos.
En la primera semana del gobierno de Trump fueron deportadas 5 mil 282 personas, entre ellas 4 mil 873 mexicanos, según datos del gobierno de Sheinbaum. De mantener ese ritmo, habría 259 mil deportados en el año, menos que los 778 mil de 2024, indican datos de la Oficina de Estadísticas de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Sin embargo, la expectativa no es tan optimista considerando que Trump deportó a más de 2 millones de personas en su primer gobierno, cuando los indocumentados no eran relevantes para él. Recientemente, el vicepresidente J.D. Vance dijo en entrevista que iniciarían con un millón de personas.
El dato es menor si se toma en cuenta que la población económicamente activa de México ronda 60 millones de personas, pero adquiere otra dimensión al considerar que, ante la expectativa de poder entrar a EU, buena parte de los deportados se quedará en la frontera norte, donde significarían una presión para el mercado laboral.
Paso del norte
En Tijuana, Tecate, Mexicali, Ciudad Juárez, Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo se concentraría la mayor parte del millón de deportados, más migrantes que ya no puedan entrar a Estados Unidos.
Hay dos caras en esta problemática, comentó Sales, pues puede ser una oportunidad para la maquila que opera en el norte del país ante los retos que enfrenta en atracción y retención de talento. Deportados y nuevos migrantes podrían ayudar a mitigar la alta rotación en la maquila si se concreta un mecanismo para incorporarlos al sector.
La otra cara es la presión que pudiera darse en términos de informalidad e inseguridad por todas las personas que llegarán y se quedarán ahí, intentando cruzar hacia suelo estadounidense.
Llueve sobre mojado
Adicional al mayor número de personas que ingresarán al país a consecuencia de las deportaciones y la migración, "hay que considerar también la menor actividad económica que se espera este año, que estimamos en apenas 0.2%, con poca generación de empleos. Eso va a implicar una mayor presión en el mercado laboral", dijo Guillermina Rodríguez, subdirectora de estudios económicos de Banamex.
En su opinión, esta presión se daría en la franja fronteriza y posiblemente en algunas localidades del país por los mexicanos que decidan regresar a sus puntos de origen, básicamente el Bajío y el sureste, zonas que han incorporado mucha mano de obra en el exterior.
"Entonces sí puede haber ciertas presiones en el mercado laboral, pero aquí va a ser difícil discernir si fue por la llegada de migrantes o por la propia desaceleración económica que vemos en el país. Además, en el norte de México las tasas de desempleo son mayores que en el sur", agregó Rodríguez.
Estimó que habrá mayor tasa de desempleo en el país, que podría pasar del nivel de 2.7% registrado el año pasado a 3.5% en 2025, aún sin considerar el flujo migratorio que pudiera afectarla, por lo que podría ser aún más elevada.


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