Iris Román
Tuxpan
La actividad humana continúa impactando severamente los humedales, poniendo en peligro no solo su existencia, sino también la biodiversidad que albergan. Según personal del área de protección de Flora y Fauna del Sistema Arrecifal Lobos Tuxpan, factores como la pesca inadecuada, los cambios de uso de suelo a industrial o habitacional, y la construcción de infraestructura turística han sido los principales responsables de esta problemática.
En Tuxpan, los humedales abarcan aproximadamente 6,800 hectáreas de manglares, con alturas de entre 8 y 15 metros. Este ecosistema único es hogar de 180 especies de aves, que representan el 26 por ciento de las registradas en el estado de Veracruz, además de 179 especies de peces y mamíferos como la nutria. Muchas de estas especies están catalogadas en la norma mexicana 059 como en peligro de extinción y cuentan con protección especial.
Los humedales desempeñan funciones vitales como el control de crecidas e inundaciones, la protección frente a tormentas y huracanes, y la mejora de la calidad del agua mediante su función como filtros naturales. Además, son esenciales para el equilibrio ambiental al proporcionar refugio, alimentación y áreas de crecimiento para juveniles de crustáceos y alevines, lo que sostiene gran parte de la producción pesquera local y controla la erosión de las costas.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) ha implementado diversas acciones de conservación en los últimos años. Entre ellas destacan la limpieza de manglares, en colaboración con la comunidad de San Antonio, y la reforestación del canal intercostero en coordinación con la Universidad Veracruzana. Este canal forma parte del sitio Ramsar, reconocido por su importancia internacional.
Los humedales de Tuxpan son un recurso invaluable que requiere atención inmediata para garantizar su preservación y el equilibrio ambiental de la región.