PERLA SANDOVAL/AVC NOTICIAS
XALAPA
En los últimos nueve años la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha aprobado casi 50 Manifiestos de Impacto Ambiental (MIA) de proyectos para la construcción de fraccionamientos y otros desarrollos inmobiliarios en la zona de la Riviera Veracruzana, en el municipio de Alvarado.
Si bien son los Ayuntamientos los que tienen la atribución de aprobar los permisos para la construcción fraccionamientos y demás instalaciones como plazas, es la Semarnat una de las primeras instancias que deben verificar y aprobar las solicitudes.
Es así que en el 2015 aprobó 6 MIAS; en el 2016 la cifra subió a 9; en 2017 se aprobaron seis; en el 2018 y 2019 no hubo aprobaciones, pero en el 2020 se dio el visto bueno a cinco; en el 2021 sumaron cuatro más; en el 2022 la cifra se disparó a 16 y en el 2023 sumaron tres más.
Al respecto, el doctor Arturo Velázquez Ruiz, especialista en Arquitectura y Urbanismo y profesor de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Veracruzana (UV), señala que si bien todos estos fraccionamientos cuentan con los permisos las regulaciones han permitido que haya segregación voluntaria, limitadas vías de comunicación, así como transporte en esa zona, además de congestionamiento.
“Se permitió que estos fraccionamientos se autosegregaran, está la figura permitida por la ley, el asunto es que lo que necesitamos es repensar nuestra normatividad local para ver qué está fallando”, indicó.
Advirtió que no se puede señalar que estos fraccionamientos se realizaron sin planeación, pero sí que los criterios de planeación no fueron los adecuados o bien, que, aunque funcionaron en su momento actualmente deben ser modificados.
“El problema es que tenemos ahorita un montón de fraccionamientos, tenemos que revisar si bajo los nuevos lineamientos de planeación ya no se debería de construir ahí y entonces restringir el crecimiento hacia esa zona”, comentó
Recordó que en la última actualización que tenía la zona conurbada Veracruz, Boca del Río, Medellín, Alvarado se tenía especificado una zona de crecimiento hacia Alvarado pues en el Programa de Desarrollo Urbano está planteado que esa zona crecería con fines de vivienda en particular, vivienda de interés medio hacia residencial y desarrollo turístico.
Sin embargo, actualmente la zona enfrenta al menos tres dificultades principalmente: la restringida movilidad, la falta de servicios al alcance de los habitantes y la falta de conexión entre fraccionamientos.
Velázquez Ruiz señala que la primera complejidad está relacionada con la movilidad debido a la existencia de un único acceso a través del puente de Boca del Río, bulevar Riviera Veracruzana.
“Si te das cuenta hay un único exceso, la conexión principal con la ciudad es por medio de un solo acceso que es el puente de Boca del Río y es tal la cantidad de viviendas que están agrupadas en una sola vialidad que no se da abasto para poder sacar en la mañana a las personas de su habitación y en la tarde regresarlas a sus casas”.
El especialista indicó que el programa de Ordenamiento Urbano tenía contempladas más vialidades; una más o menos paralela a la playa y otra más hacia la laguna, pero no se llevaron a cabo.
La segunda complejidad es la falta de servicios pues esto provoca que todas las personas que habitan usualmente salga hacia Boca del Río o Veracruz para obtener lo que necesitan.
“Hay un centro comercial, algunas tiendas repartidas, pero no para el tamaño de la población que alberga. Para el tamaño necesitaríamos un subcentro urbano, con oficinas gubernamentales, diferentes tipos de tiendas, mercados, equipamiento deportivo público y demás”.
A esto se suma que no hay suficiente oferta de escuelas públicas para la zona que está creciendo y eso obliga a que las personas no tengan los satisfactores a la mano y tengan que salir y lo hacen en auto privado porque hay muy poco transporte público.
El tercer punto es la falta de conexión entre los desarrollos pues, aunque todos tienen salida hacia el bulevar, no hay conexión entre ellos, por lo que si se quiere visitar a alguien en otro conglomerado se debe salir a la carretera y entrar nuevamente.
“La mayoría están conectados al bulevar, pero muchos están cerrados y para entrar y salir de mi casa tengo que pasar por esa puerta, pero no puedo comunicarme con los desarrollos vecinos. Si estoy en uno y quiero visitar a un familiar o un amigo que está en el fraccionamiento de junto, tengo forzosamente que salir en la carretera, irme por la carretera o el bulevar y regresar a entrar al otro fraccionamiento; no están conectados y eso hace que la ciudad esté fragmentada, está rota y eso también satura las vialidades”, dijo.
En ese sentido señaló que recientemente la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedartu) emitió nuevas normas oficiales en relación al espacio público, y estas son la antítesis de lo que actualmente pasa en la Riviera Veracruzana.
“Nos dicen que una ciudad tiene que estar conectada, tiene que ser próxima; es decir, se debe tener “todo a la mano”, debe haber alternativa de movilidad, sobre todo en transporte público. Todo eso ya está en la normatividad Federal, pero todavía no lo bajamos a la normativa estatal”.
Arturo Velázquez Ruiz afirma que es necesario que el nuevo Congreso de Veracruz retomé esos conceptos y esas características normadas en la Federación y en algunos otros estados y lo retomé para Veracruz.
“Hay que actualizar la normatividad de permisos para que generen ciudades más amigables
Hay que señalar que la Semarnat sigue emitiendo aprobaciones de MIA para desarrollos inmobiliarios en la zona. En el 2022 se entregaron 16 permisos por parte de la Semarnat; entre estos la otorgada a la Inmobiliaria Futurity SA de CV, para construcción en una superficie de 834.221 metros cuadrados, ubicada en camino a Isla del Amor en la localidad de La Matas de Alvarado.
Otro ejemplo es el permiso para el fraccionamiento habitacional de tipo medio Lomas de Santander, o el Residencial Cabo Marino, e incluso la construcción y operación de una plaza comercial Plaza Marea.
Apenas el año pasado la Semanart entregó dos permisos más, uno de estos a la empresa Inverta BR SA de CV, para la creación del fraccionamiento habitacional de tipo medio denominado Lomas de Alcalá, a desarrollase sobre una superficie total de 46 mil 477 metros cuadrados, en el ejido Mandinga y Matosa.
El proyecto prevé llevar a cabo la notificación del predio en 158 lotes unifamiliares dentro de seis manzanas, en donde se incluye áreas verdes, equipamiento urbano, vialidades.
Señala que como medida de mitigación ambiental se realizará la reforestación del área, la habilitación del traga-tormentas y espejo de agua, áreas de vivero temporal, entre otras.
Algunos otros ejemplos: En 2015 la Semarnat otorgó un permiso a Edificaciones Deico SA de CV para el desarrollo de un multifamiliar denominado Xiris, conformado por dos torres; cada torre con 72 departamentos y 14 niveles de altura: de los cuales dos están destinados a estacionamientos y 11 departamentos. El permiso fue otorgado por 25 años.
Las torres, que ya fueron construidas en playas de Conchal en el municipio de Alvarado tienen costos promedio de un millón 750 mil pesos, y se ofrecen con una recámara, un baño y medio, 68 metros cuadrados de construcción y un estacionamiento.
En el 2016 Semarnat entregó un permiso a la empresa Inmobiliaria Tatoine SA de CV, para la construcción del conjunto condominio Haciendas de la Riviera en Alvarado; este consistía en la construcción de este fraccionamiento en el ejido Mandinga y Matas, en un predio de 33 mil 798 metros cuadrados.
Está conformado por 22 lotes de superficies regulares, 37 lotes y dos microlotes con superficies irregulares. En 2017 se le dio un nuevo permiso a esta misma empresa para desarrollar más viviendas.