2 de Mayo de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

POLIANTEA: “Expresión en libertad”

Rubén Pabello Rojas.- Tema controversial es este de la libre manifestación de ideas por cualquier medio de comunicación humana. Si entendemos el concepto Libertad en su acepción global, esta se entiende como la capacidad o potestad de la conciencia para pensar y actuar de acuerdo con la propia voluntad de cada individuo.

 

Correlativamente a esta libertad de pensamiento y acción, se encuentra la posibilidad de exteriorizar, ya constituida como un derecho, esta facultad del ser humano. En términos muy simplificados esto es lo que conforma la Libertad de Expresión.

Por supuesto esta libertad al constituirse en un derecho de las personas, tiene límites y está sometida al orden legal impuesto a la sociedad en que se ejerce esa prerrogativa. No es el ejercicio de esta potestad del individuo lo que esta prohibido, sino su abuso cuando transgrede derechos de un tercero o bien del orden jurídico establecido. Mientras esto no vulnere alguna disposición legal, la libertad de expresarse es inviolable.

En México la libertad de expresión se encuentra normativamente regulada y es practicada con relativa independencia de criterio, cuando se refiere al  pensamiento manifestado por medio de la palabra ya sea escrita o bien oralmente.

Otras épocas hubo en el país en las que si se ejerció una censura por parte de entidades de gobierno que coartaron ese consagrado derecho de las personas. En la actualidad, no puede asegurarse que exista de parte de instituciones de gobierno o de empresas particulares, alguna intención, menos en la práctica, de obstaculizar la libre emisión de ideas.

Al respecto, Alberto Silva, coordinador de Comunicación Social del gobierno del Estado de Veracruz asevera, respondiendo a una pregunta concreta, que en la actualidad “es impensable amordazar a periodistas” en el libre ejercicio de su profesión.  Y argumenta su dicho analizando que en primer lugar no existe la voluntad política de hacerlo, al contrario y que por la forma y vertiginosidad en que ahora se proyecta la información y las noticias tanto en velocidad como en número y modos de hacer llegar la información al la sociedad, no es materialmente posible el espacio en que esto pudiera darse, aun que se pretendiera.

Las nuevas formas de procesar las noticias, la información y su inmediatez, hacen que el derecho de expresar con amplia libertad acontecimientos y pensamiento en general no encuentre espacio para modificarlo o alterarlo de ningún modo.

Sin embargo, fenómenos de otra naturaleza pueden incidir en la distorsión de la información veraz y oportuna que pudieran alterar no la libertad de pensamiento y conciencia, sino la forma de expresarlo o voluntariamente no externar este derecho.

Aquí se hablaría de una circunstancia específica por la cual el individuo o la institución teniendo el derecho a ejercer esa libertad de expresión, no la ejecute en vista de argumentos que hagan renunciar por decisión propia a disponer de esa prerrogativa.

¿Cuáles serian? El temor a sufrir un daño físico o la autocensura ocasionada por un interés casi siempre inconfesable. Pero ello es la excepción. Lo ordinario es que si se respete ese privilegio del ser humano para poder exteriorizar su pensamiento por medio de la garantía de que será protegido por la ley y el Estado Mexicano.

En el caso de las nuevas tecnologías que posibilitan la comunicación virtual mediante la internet o las redes sociales, la capacidad tanto de  censura oficial, como de eficacia para erradicar el abuso de esta forma de comunicación, se torna difícil por la misma naturaleza de su producción y ello conlleva a distorsiones negativas que en gran medida llegan a provocar fenómenos masivos de desorientación o bien alimentan conductas de grupos de organizaciones o  personas que eventualmente manifiestan inconformidades en la vía pública, causando daños a propiedades o lesiones a personas.

En Veracruz, la facultad de ejercer la Libertad de Expresión, se ha garantizado dentro de causes aceptables, el gobierno de Javier Duarte de Ochoa se ha preocupado por atender que así suceda y en casos excepcionales, se ha cuidado de solucionar lo necesario.

Puede afirmarse que en la entidad veracruzana, la permanente voluntad de que la emisión y publicación de ideas se dé con toda libertad, constituye una política pública de reiterado respeto a un derecho humano que está debidamente concedido por las leyes y la razón, mismo que debe ser puntual e  inexcusablemente observado por todo el aparato institucional que compone su gobierno.

 

 


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