17 de Abril de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

Línea Política/ ¿OTRA CONSTITUCION?

 

Agustín Contreras Stein.

LA ACTUAL Constitución General de la República, que hoy, supuestamente nos rige, esta por cumplir cien años de existencia.

Durante este trayecto en el tiempo, este importante documento, ha sido pisoteado permanentemente por quienes han tenido, figúrese usted, amigo lector, la obligación de aplicar sus preceptos a fin de regular el marco legal de este país.

Lamentablemente, la Constitución, muy a pesar de ser una de las más avanzadas en el mundo, principalmente, en materia social, se ha desvirtuado y la han relegado a ser, solamente, un documento meramente histórico, es decir, sin vigencia clara y precisa, porque impera más el criterio de unos cuantos encumbrados en el poder.

La constitución, para los mexicanos en general, ha de ser, en cualquier tiempo, el conjunto de leyes que marcan el camino a seguir de una nación como la nuestra, donde a base de movimientos revolucionarios, se vino conformando hasta tenerla como ahora, debidamente constituida, pero mal gobernada.

Los gobiernos se cambian, a nivel nacional, casa seis años y depende en gran parte, de la decisión democrática de sus habitantes. Por eso, siempre se ha dicho que las naciones tienen el gobierno que merecen, porque no son producto de la casualidad, sino de una elección constitucional, esa sí apegada a los lineamientos legales, para que alguien, del partido político que sea, la represente y la administre.

Los partidos políticos debieran ser organizaciones políticas convertidas en impulsoras de personajes con grandes pensamientos políticos que tengan como objetivo primordial, apegarse a la constitución y gobernar de acuerdo a sus preceptos y en bien de la gran mayoría de los integrantes de la nación.

No es así, nuevamente, con la palabra “lamentablemente”, porque se han personalizado tanto los partidos, que ahora, cualquiera que se erige en líder se considera dueño, prácticamente, de dicha organización política, por lo que, en ese sentido, nada puede estar sujetándose a lo que determina la propia Constitución General de la República.

Pero eso no es todo, pues revisando cada uno de sus artículos, encontramos que en todos hay violaciones a lo que determinan, las que son, definitivamente, impuestas por los propios mexicanos que eligen, a través del voto a determinado personaje impreparado, inculto, prepotente, empoderado y con la espada siempre desenvainada, para castigar a quien cree, por sus propias pistolas, que hace mal.

Al cumplirse los cien años de la actual Constitución, se genera, de alguna manera, cierto movimiento en el sentido de darle al país un nuevo documento que rija correctamente su desarrollo y cumpla, exactamente, con lo que determina.

Cierto es que el tiempo ha pasado y algunas de las disposiciones generales, ya no responden a los tiempos modernos que vivimos, pues en ese caso, más a favor de quienes piensan que México, requiere, necesita, urge de una nueva Constitución, sin perder el espíritu que animó la creación de la actual constitución de mil novecientos diecisiete.

Con el paso del tiempo, la constitución actual se ha ido parchando solamente, pero no se ha realizado una verdadera revisión de su articulado. Muchos de los preceptos son vigentes y conservan, sin duda, el aspecto republicano y democrático con el que nació.

No es necesario, estrictamente, que para ello, se tenga que llevar a cabo en todo el país una nueva revolución para generar una nueva constitución. Hay mucho de bueno en la que existe ahora y que solo falta que se cumpla, porque ese es uno de los grandes problemas que han persistido durante estos cien años de su vida, que los responsables de sud aplicación, son los primeros en apurar su violación, sobre todo, cuando los intereses particulares así lo necesitan.

Sí, a una nueva constitución, ahora que se viven otros tiempos. La actual, ya esta cumpliendo la mayoría de edad, cumpliendo, asimismo, con el objetivo de su creación.

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NO ES LA PRIMERA vez que nuestro país entra en una crisis económica, difícil de salvar.

No, se han tenido otros momentos de grandes angustias para salir avante y lo ha logrado.

¿Porqué no ahora?.

Lo que pasa es que falta unidad, no la de un partido político solamente, la de un determinado sector de la población, sino todo el consenso, es decir, que tanto Gobierno, como partidos políticos y los sectores productivos del país, así como toda la población, para poder defender la existencia de la patria y el mismo porvenir de todos los mexicanos.

Y si la pregunta del Presidente, “Qué haría Usted”, fácilmente tendría respuestas, porque los mexicanos son inteligentes en su mayoría, solo que no están en el gobierno y eso impide de alguna manera que actúen.

Por principio de cuentas, ya lo han dicho muchos, se procuraría aplicar la ley. Falta esto, precisamente, en tiempos de crisis políticas, económica y consecuentemente social.

Atacar la impunidad, es atacar, de paso, la corrupción.

De ahí que el gobierno, con todo el apoyo de los sectores de la población, tendría que marginar los intereses políticos y económicos, para hacer que los corruptos paguen las consecuencias de su acciones y que los mexicanos tengan, por lo mismo, la suficiente confianza en su gobernantes.

Después vendrían muchas cosas, que no se harían de la noche a la mañana, sino que habrán de requerir de más tiempo, pero hay que empezar por lo principal, es decir, haciendo valer los preceptos legales de la constitución y de todas las leyes que de ella emanan.

Eso es lo que harían, Señor Presidente, los demás mexicanos que viven y sueñan por un mejor país.

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SE ADVIERTE TENSA calma en Palacio de Gobierno, en Veracruz.

Nadie asoma la cabeza. Todos prefieren mantenerse ocultos ante la mirada de los veracruzanos, que día a día, demandan cumplimiento de demandas y sobre todo, acciones del ejecutivo y de todos los que le acompañan en este gobierno de escasamente dos años por transcurrir.

El movimiento usual de otros tiempos, no se ve. Nadie hace gestiones y nadie se acerca a los funcionarios de gobierno, porque se afirma, entre unos cuantos que se llegan hasta la casa del pueblo, que la respuesta ya la saben. No hay dinero y menos posibilidades de que se cumplan algunas esperanzas de obtener autorización para las obras de beneficio social que tanta falta hacen en algunas partes del Estado.

Algo bueno ha dicho el Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, que los recursos que se tienen por ahora, serán aplicados, prioritariamente, en el sector salud y ha dado algunas señales de invertir en la conclusión de hospitales, de reestructuración de otros más y de dotarlos de medicamentos y equipos para apoyar a los veracruzanos, en este tema que es, sin duda alguna, de primera necesidad.

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Y EL LUNES, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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