Agustín Contreras Stein
Faltan pocos días para que concluya el Gobierno de Javier Duarte de Ochoa, pero a Flavino Ríos Alvarado, Secretario de Gobierno, le siguen buscando los pies, como si su posición dentro de la administración estatal fuera su culpa.
Hace tiempo se dijo claramente que ante los diversos problemas políticos que se venían suscitando en la entidad, principalmente aquellos ligados con el Gobernador del Estado, el Secretario de Gobierno podría estar en condiciones de asumir la gubernatura del Estado, cuando menos por los meses que le restan a este periodo gubernamental.
La mención se hizo en razón de que había la posibilidad de que el Ejecutivo hubiera decidido separarse voluntariamente de su cargo, desde el pasado primero de este mes que transcurre y entonces la Legislatura del Estado pudiera haber tomado esta decisión.
No fue así. No pasó nada, el gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa, sigue siendo el Gobernador de Veracruz, hasta las 12:00 horas del 30 de noviembre próximo.
No pidió licencia, como esperaban muchos protagonistas de la vida publica de la entidad, por lo que ahora es más difícil que suceda esto, porque el tiempo que falta para que concluya su responsabilidad al frente de la administración estatal ya es de pocos días.
Sin embargo, fueron tiempos de especulación, no tanto por la posible licencia gubernamental, sino por las expectativas de que Flavino Ríos Alvarado llegara a la gubernatura del Estado, aunque fuera por dos meses solamente, periodo en el cual sustituiría al Gobernador Javier Duarte de Ochoa, más que nada ante los trabajos de la entrega-recepción de este gobierno.
Por eso, ahora vuelve a ser criticado por supuestas expresiones ante diputados locales, en el sentido de que Miguel Ángel Yunes Linares, Gobernador electo, no podría tomar posesión de su cargo, cuestión que el funcionario aclaró pertinentemente en el sentido de que se trata de una confusión o mal entendido de lo que realmente expresó, pues al mismo tiempo, fue directo al señalar que siempre ha sido responsable de sus actos y lo que dice, lo sostiene, y en el supuesto caso de que hubiera dicho lo que dicen que dijo, pues lo sostendría.
“Nunca he dicho ni diré tales disparates”, añadió Ríos Alvarado, que en este momento está más ocupado en las acciones que tienen que ver directamente con su responsabilidad, además de estar pendiente de que se cumplan los protocolos de la entrega-recepción, pues se aproxima el mes de noviembre, mes en que se tiene que hacer este trabajo y cumplir con la ley.
Flavino Ríos Alvarado es uno de los pocos funcionarios de la presente administración que ha sabido conducirse con discreta acción política, anteponiendo a su trabajo, su principal activo que ha tenido durante toda su trayectoria pública, que es la responsabilidad, sus resultados positivos y su gran experiencia política que le ha permitido estar en diversos gobiernos de la entidad veracruzana, cumpliendo misiones delicadas.
No es un hombre de conflictos, ni mucho menos de generar enemistades, sino al contrario, ha sabido mantenerse tolerante y con principios transparentes que le han valido para que en diversas ocasiones haya sido invitado a ocupar puestos de importancia y especial relevancia dentro del quehacer público de Veracruz.
Pero aun así, hay quienes todavía se imaginan que pueden enseñarle a Herdez cómo preparar los chiles.
Y los diputados federales del Estado de Veracruz sintieron el poder que corre por sus venas y en ese sentido desconocieron al Delegado de la Secretaría de Gobernación, Ángel Isaac Ochoa Pérez, sencillamente porque no les hizo mucho caso ni ha respetado su alta investidura de representantes populares.
Se negaron a estar en la reciente reunión convocada por el funcionario, donde estuvieron los delegados federales que operan en toda la entidad veracruzana, para analizar los proyectos y programas que se tienen, así como los trabajos que caen dentro de su responsabilidad como representantes de la Federación.
Y es que era importante que los legisladores federales conocieran las acciones que se pretenden llevar a cabo, así como el fortalecimiento de todo el trabajo que ya se realiza en Veracruz.
Pero no, simplemente la mayoría de los legisladores dijo que no y salvo dos o tres de ellos que estuvieron presentes, los demás brillaron por su ausencia.
Y es que los diputados federales han preferido trabajar por su cuenta y marginar, de esta manera, a la representación federal en el Estado.
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