25 de Abril de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

Línea Política/ REVISION DE LA OBRA PÚBLICA

 

 

 

Agustín Contreras Stein

 

 

EL PRÓXIMO primero de diciembre, se estarán cumpliendo seis años de haber terminado el sexenio de Fidel Herrera Beltrán.

Fue el gobierno de los puentes, se recordará.

Muchos de estas obras públicas fueron construidos a toda prisa, pero lo más importante del caso es que fueron, en pocas palabras, de mala calidad.

Todos los puentes fueron sujetos, después de la caída del puente que se encuentra en la avenida Murillo Vidal de esta ciudad, a una supuesta revisión por parte de una comisión técnica especial que se integró para tal fin, pero nunca se dieron a conocer los resultados de dicha auscultación.

Es tiempo, después de seis años, de que nuevamente se integre un grupo de especialistas para verificar el estado en que se encuentran todas estas obras, porque la mayoría podría sufrir, tarde o temprano, desperfectos que pudieran costar la vida a muchas personas.

En aquél fatídico accidente de la caída del Puente Murillo Vidal murió, por lo menos, una persona, es decir, el conductor del vehículo que subió por la madrugada a este puente, sin saber que no lo resistiría, y no precisamente por el peso del camión, sino sencillamente porque el puente estaba mal construido, tal y como pudo percibirse en los estudios posteriores que se realizaron, pues resultó que el puente sí aguantaba el peso del vehículo, pero nadie sabía que las trabes estaban mal puestas.

El vehículo que subió al puente fue por falta de señalamiento, además por estar mal ubicado, puesto que de acuerdo a los lineamientos técnicos, este puente debe tener su salida a la derecha y no en medio de la circulación, tal y como ahora todavía funciona.

Pero aquí corrió el rumor de que tal disposición no se tomó en cuenta, porque no hubo colaboración de los centros comerciales que se encuentran en ese lugar y que, entonces, por castigo, se decidió ponerlo en medio de los carriles de la avenida Lázaro Cárdenas, con las consecuencias que todo mundo conoció y que todavía, en estos tiempos, no se ha logrado modificar.

El puente Murillo Vidal se reconstruyó, levantando solamente la estructura caída, pero no se mejoró su posición, sin que hiciera falta nada más, considerando que no hubo daños importantes, pues se llegó a la conclusión de que solamente se destrabaron las famosas ballenas porque se encontraban a la orilla, de escasos centímetros de las bases, lo que motivó que se vinieran abajo.

Desde luego que en aquella ocasión, se le echó toda la culpa al conductor del vehículo y todo terminó bien, aunque nunca hubo una denuncia de parte de la compañía de transportes, para la cual trabajaba el conductor fallecido, ni tampoco hubo declaración de que se llamara a cuentas a la constructora de dicho puente.

A raíz de esta desgracia, se comenzaron a revisar, se insiste, por una supuesta comisión técnica, todos los puentes construidos de esta manera en el resto del Estado, pues por las prisas por completar el número de puentes prometidos, éstos se hicieron sin las especificaciones técnicas correctas, por lo que se han dado accidentes constantemente. El mismo puente de Murillo Vidal estuvo varios meses después, con estructuras a su entrada para evitar, se dijo, que nuevamente vehículos pesados y de gran altura circularan por el mismo, tanto que en varias ocasiones estas mismas estructuras fueron arrastradas, incluso, por camionetas de menor peso.

Han pasado seis años de que Fidel Herrera Beltrán dejara el gobierno de Veracruz, pero la duda persiste en la obra pública que dejó construida, porque, aunque usted no lo crea, nadie pasa con la debida confianza por el Murillo Vidal, sino que es la misma necesidad de la vialidad lo que impulsa a muchos a subirse a esta estructura que sigue siendo peligrosa, aunque la revisión técnica diga lo contrario.

 

 

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