Por Juan Carlos Castillejos Castillejos/
Hace seis años exactamente, en la casa de Gobierno del Estado, Fidel Herrera Beltrán, con toda certeza, en la prospectiva política del jefe del poder ejecutivo, ya tenia decidido quién iba a convertirse en el candidato a gobernador de su partido, el PRI, para sucederlo en el cargo; se acercaba la fecha de la publicación de la convocatoria de dicho partido para seleccionar a los 21 candidatos a diputados federales en igual número de distritos electorales.
Para ese tiempo, el exgobernador Fidel Herrera tenía varias cartas que todavía barajaba para seleccionar al que en el 2010 sería el candidato del PRI a gobernador del Estado, pero es un hecho que su todavía Secretario de Finanzas y Planeación, Javier Duarte de Ochoa, era el mas fuerte de sus prospectos para que siguiera el proyecto y Fidel Herrera decidió que se fuera a foguear al Congreso de la Unión y hace seis años en estas fechas el actual gobernador preparaba su renuncia a su cargo de Secretario en el gabinete de Fidel Herrera para convertirse en candidato a diputado federal por el distrito electoral federal XVI con cabecera en Córdoba e integrado por los municipios de Amatlán de los Reyes, Atzacán, Córdoba, Fortín, Ixtaczoquitlán y Naranjal.
Duarte de Ochoa obtiene la diputación federal ganando este distrito, que desde 1997 lo habían perdido en PRI ante el PAN con Juan Bueno Torio (el blanquiazul lo mantuvo por 12 años), y ademas ganándole al jugador de fútbol, Carlos Hermosillo, que era el candidato del PAN, así como a los otros aspirantes, del Partido de la Revolución Democrática, Humberto Antonio Ramírez Sáinz; Coalición Salvemos a México (PT, Convergencia), Daniel Delgado Bueno; del Partido Verde Ecologista de México, Juan Muñoz Hernández; Partido Nueva Alianza, Ernesto Centurión Cázares; y del Partido Socialdemócrata, Enrique Castañeda Pozos.
¿Cuales habrán sido los motivos reales por los que Fidel Herrera se decidió por Javier Duarte de Ochoa?, solamente ellos lo saben, pero hay un antecedente importante que a lo mejor contó, junto a otras circunstancias y es que Fidel Herrera fue diputado federal ganando ese distrito, el XVI, en 1979; que para ese entonces se integraba por los municipios de Córdoba, Amatlán de los Reyes, Fortín, Ixtaczoquitlán y Naranajal, sumados a los de Atoyac, Cuitláhuac, Carrillo Puerto y Yanga.
En la elección de 2009, cuando Duarte de Ochoa se convirtió en diputado federal, el PRI y sus aliados de Compromiso por México, ganaron 15 distritos, el PAN cinco y al Movimiento Progresista uno, lo que le facilitó a Fidel Herrera maniobrar su sucesión de manera magistral y a Javier Duarte proyectarse a la candidatura al gobierno de Veracruz.
Con estos antecedentes, en los corrillos políticos se empiezan a dibujar a los aspirantes a suceder al propio Javier Duarte de Ochoa y seguramente el gobernado ya tiene sus alfiles, a los que ya ha puesto a prueba y les ha dado retos, para poder definir quién de su equipo puede convertirse en su sucesor en la elección del 2016. Del equipo del actual gobierno se comenta que entre los posibles están e incluso son los que ya tienen asegurada una candidatura a Diputado Federal: Adolfo Mota, Erick Lagos, Alberto Silva Ramos y Jorge Carvallo Delfín e incluso Salvador Manzur, quien está siendo impulsado para entrar a la lista de plurinominales.
Y es entonces que surgen los análisis si al igual que Fidel Herrera hace seis años, el actual gobernador Javier Duarte de Ochoa estará enviando a proyectar al Congreso Federal a su sucesor, o si lo podrá seleccionar de uno de los que se queden en su gabinete, lo que realmente se ve difícil, pero no imposible. Dirán que aún falta mucho para la decisión, pero es un hecho que hace seis años Fidel Herrera} hizo lo conducente para enviar a su sucesor al Congreso de la Unión.
Es cierto que se dice que segundas partes nunca han sido buenas y sobre todo en esta ocasión existe una diferencia con los tiempos políticos de hace seis años, pues a Fidel Herrera le tocó maniobrar su sucesión bajo la presidencia de Felipe Calderón, que al igual que Vicente Fox, dejó que los gobernadores se convirtieran en una especie de Virreyes, que ponían a todos los candidatos a cargos de elección popular, y ahora con un presidente priista, que seguramente tratará de regresar a los viejos tiempos y palomear la lista de todos los candidatos a cargos de elección popular. Y todo dependerá en grado sumo del desgaste de la actual figura presidencial y de las cabezas de los grupos políticos que forman parte de su gobierno, Hidalgo y Atlacomulco.
Aunado a este último factor, hay que considerar la posibilidad que se reforme la ley electoral con el propósito de que la elección de gobernador de Veracruz se realice al mismo tiempo que la elección federal del 2018, en la que de nuevo se elegirían diputados federales, así como senadores, gobernadores de otros estados y al Presidente de la República; y con esa posible modificación entonces en 2016 se elegiría en Veracruz un gobernador de dos años; aunque hay voces que dicen que se haría una reforma para que el actual gobernador prolongue su mandato dos años más.
Además de este factor, que ameritaría un gran acuerdo político, en el juego de la sucesión el gobernador Duarte tendrá que considerar también a los senadores priistas, que aunque fueron impulsados por Fidel Herrera, a estas alturas ya traen sus propios acuerdos, sus apoyos y sus alianzas con quienes gobiernan en el país.
De estos dos senadores, José Yunez Zorrilla y Héctor Yunez Landa, este último es el que cuenta con más experiencia política, pues además de haber ocupado diversos cargos públicos y de elección popular, hay que reconocerle su disciplina política, y su máxima aspiración política y deseo mas sublime es llegar a ser gobernador de Veracruz. Cada vez que ha sido mencionado para el cargo y luego los que toman la decisión han seleccionado a otro, Héctor Yunes se ha disciplinado y de inmediato se ha sumado a apoyar al que le ganó la candidatura.
En el caso del senador José Yunes Zorrila, es de todos sabido que cuenta con el apoyo del Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y por ende del Presidente Peña Nieto, para convertirse en el próximo candidato del PRI al Gobierno estatal. Aunque también se comenta que si se hace la reforma para modificar los tiempos electorales, José Yunes prefiere ser gobernador de dos años, para tratar de formar parte de los actores principales de la elección del Presidente de la República en el 2018 e incluso ocupar una Secretaría del Gobierno Federal.
Así que, estimados lectores, en los próximos días, sabremos de las renuncias de varios funcionarios estatales para tratar de ocupar una diputación federal que los proyecte a ser considerados posibles sucesores de Javier Duarte de Ochoa, esperando que la decisión sea local y no federal. La convocatoria del CEN del PRI al parecer saldrá publicada el próximo 26 de Diciembre y quienes ocupan cargos deberán renunciar si realmente desean ser diputados federales y proyectarse al futuro.
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