13 de Mayo de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

Obispos:

 

 

 

 

 

 

Hay cansancio, soledad, impotencia y desesperación en veracruzanos

Verónica Huerta/AVC           

Xalapa

Los ocho obispos de Veracruz perciben “cansancio, soledad, impotencia y desesperación” entre los veracruzanos y veracruzanas, así como también se aprecia “el crecimiento de la tensión social ante el constante uso de un lenguaje polarizado de quienes pretenden el monopolio de la verdad y la honestidad, descalificando a cualquier persona o grupo que piense de otra manera, dando lugar a rivalidades, revanchas y actitudes que no posibilitan un mínimo diálogo para acuerdos constructivos, ni favorecen la concordia ni la fraternidad”. El mensaje de Navidad 2020 con el título “La Navidad nos está llamando: Vayamos a Belén”, está firmado por los ocho obispos de Veracruz: arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios; obispo de Córdoba, Eduardo Carmona Ortega; obispo de Coatzacoalcos, Rutilo Muñoz Zamora; obispo de Veracruz, Carlos Briseño Arch; obispo de Papantla, José Trinidad Zapata Ortiz; obispo Emérito de Córdoba, Eduardo Porfirio Patiño Leal; obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino; obispo de Tuxpan, Juan Navarro Castellanos; administrador apostólico de San Andrés Tuxtla, Fidencio López Plaza; obispo auxiliar de Xalapa, Rafael Palma Capetillo; obispo emérito de Papantla, Lorenzo Cárdenas Aregullín; y obispo emérito de Veracruz, Luis Felipe Gallardo Martín del Campo.

Al pie de la letra el mensaje refiere: “Como muchos de ustedes, nosotros percibimos en la población cansancio, soledad, impotencia y desesperación. La tensión social crece aún más ante el constante uso de un lenguaje polarizado de quienes pretenden el monopolio de la verdad y la honestidad, descalificando a cualquier persona o grupo que piense de otra manera, dando lugar a rivalidades, revanchas y actitudes que no posibilitan un mínimo diálogo para acuerdos constructivos, ni favorecen la concordia ni la fraternidad”.

Admite que en Veracruz, se vive “una crisis profunda”, que se ha acentuado por la pandemia del COVID-19, lo cual ha puesto en evidencia la fragilidad de las estructuras sociales, políticas, económicas y religiosas en que se sostiene la vida diaria. Señalaron que en México, y particularmente en las ocho diócesis que conforman la Provincia Eclesiástica de Xalapa, no cesan los contagios y las muertes por el virus. Sostienen que “los afectados y fallecidos no son simples datos estadísticos, sino que son nuestros familiares, amigos, miembros de nuestra comunidades parroquiales, o personas que tenían una responsabilidad, social o pastoral entre nosotros: constatamos que la enfermedad y la muerte han tocado al personal médico, y a otros hermanos que ofrecen diferentes servicios sociales, enfermeras, religiosas y sacerdotes”.

Los obispos señalan que esta crisis sanitaria ha ensombrecido los diferentes campos de la vida familiar y comunitaria de los pueblos, como se constata “en una economía en decrecimiento, el aumento de la pobreza, negocios y empresas obligados a cerrar, aumentando el desempleo y la incertidumbre para muchas familias; se padece un sistema de salud insuficiente y con graves deficiencias”.

En el inicio del proceso electoral 2020- 2021, los obispos señalan que la realidad, es una “política con poca participación, descalificaciones y no incluyente, con una democracia incompleta, marcada por resentimientos sociales; un sistema educativo débil, con una formación que no abarca la integridad de la persona y los auténticos valores”.

Además, a esta situación compleja, se suman los lamentables hechos de violencia que crecen tanto al interior del hogar como en las comunidades: asesinatos de periodistas, alcaldesas y ediles, violencia contra la mujer y personas vulnerables. “Todo esto propiciado por causas multifactoriales, pero muchas veces fruto de las adicciones, del narcotráfico, el crimen organizado y de las ideologías contra la vida que siembran desesperanza, tristeza y miedo”.

A partir de este día 16 de diciembre, los mexicanos y mexicanas comenzarán un novenario que quedó impreso en el corazón de todas las familias, cuando los misioneros evangelizadores, quisieron así preparar la celebración cercana de la Navidad con la tradición de “las posadas” y “misas de aguinaldo”, para hacer crecer el deseo de una conversión al Señor, purificando el alma y fortaleciendo la fe, que ha de fructificar en la comunión fraterna, la esperanza y la alegría.

Finalmente los obispos cuestionan: “Por todo ello, la pregunta: ¿qué significará para nosotros celebrar este año 2020 la Navidad? Ante las situaciones que hemos estado viviendo y padeciendo, por las consecuencias de la violencia, la pandemia y el deterioro de la economía y los valores familiares, no faltará quien se pregunte: ¿Tendrá sentido la Navidad para nosotros? ¿Cómo podremos celebrar la Navidad? Contemplemos el misterio del amor de Dios, en brazos de María y de José. La Palabra de Dios viene en nuestra ayuda, para descubrir el paso del Señor entre nosotros, Ya que ninguna de las realidades mencionadas es ajena al Nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo”.