Alertan que hay presión para que ejidatarios vendan sus tierras.
Yhadira Paredes
Xalapa
A pesar del discurso de las autoridades estatales y federales, los trabajos de exploración en la mina Caballo Blanco, ubicada en el municipio de Alto Lucero, continúan y los representantes de la empresa siguen ejerciendo presión a los pobladores para que les vendan sus tierras.
Así lo aseguraron los sacerdotes de las iglesias de Mozomboa y Actopan, Urbano Domínguez y Andrés Hernández Solano, respectivamente, quienes aseguraron que no han suspendido la exploración.
“En 2012 no se dio el permiso de explotación, pero se solicitó por parte de los mineros. En 2017 vuelven a meter su Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), pero la retiraron por la movilización social”, recordaron los presbíteros.
El sacerdote Andrés Hernández Solano indicó que continúa el saqueo desmedido en la zona, además de la contaminación ambiental que va a producir la explotación minera, y el problema se extiende porque abarca de la zona costera los municipios de Actopan, Alto Lucero, Juchique de Ferrer, Colina, Chiconquiaco, Tatatila.
“Si empiezan con La Paila, es el inicio de la devastación de la Sierra” y estimó que con la minera de Caballo Blanco habrá una gran contaminación y por ende muchas enfermedades por la toxicidad de los químicos que se usarán.