Tras conclusión de programa Prospera.
Rafael Meléndez Terán
Xalapa
Más del 10% de las 315 Unidades Médicas Urbanas (UMU) que fueron cerradas a nivel nacional pertenecen al estado de Veracruz, con la cancelación del programa Prospera, ahora denominado IMSS-Bienestar.
El cierre de estas UMU provocaría afectación a unos 65 mil beneficiarios que recibían atención médica gratuita en zonas urbanas marginadas al no contar con servicios de salud de ninguna institución.
En la Delegación IMSS Norte se contaba con un promedio de 19 unidades, mientras que en la Delegación Sur había aproximadamente 15 de ellas, que desde principios del mes ya fueron cerradas al público.
Información obtenida por este medio de comunicación establece que en las unidades la delegación Sur que abarca desde Las Choapas hasta Orizaba se atendía al menos a unos 25 mil pobladores.
Mientras que en la Delegación Norte, desde el puerto de Veracruz hasta Tuxpan se prestaban servicios de salud a unos 35 mil habitantes de las zonas urbanas.
Hasta ahora, no existe un pronunciamiento oficial al respecto, pero de acuerdo con los datos obtenidos, la población que antes era atendida por el programa Prospera ahora se incorporará a los servicios proporcionados por la Secretaría de Salud del Estado.
No obstante, lo que aún no se puede establecer es si el personal que laboraba en esas unidades, dos por cada unidad, es decir un total de 68 trabajadores, será recontratado.
Como se sabe estos hechos han generado gran inconformidad, al grado de que se han realizado protestas en la Ciudad de México debido al despido sin indemnización, entre otras irregularidades.
En el caso del estado de Veracruz, la encargada de la Unidad del programa del IMSS-Bienestar, Gisela Juliana Lara Saldaña, envió el pasado 28 de mayo un oficio al delegado de la zona norte, Candelario Pérez Alvarado, en el que solicita cerrar las operaciones del tipo financieros, arrendamientos, finiquito de pago de servicios, pasivos y gastos.
El personal, se observa en el documento, seguirá trabajando, pero no en prestar atención médica, sino para cumplir con trámites administrativos derivados del cierre de las UMU.
En el documento se hace el exhorto para que a partir de mayo se deje de adquirir cualquier tipo de compromiso, tomando en cuenta que serán dadas de baja la totalidad de claves y combinaciones presupuestales, unidades de información, claves de ubicación, y centro de costos, se lee en el documento.
Se le llama también para que no haya personal adscrito a las unidades de información y en general concluir los contratos con el personal bajo el régimen de honorarios, los cuales tendrán vigencia hasta el 30 de junio.
La funcionaria federal también hace el llamado para que se haga el proceso de entrega y traspaso de los archivos clínicos a la Secretaría de Salud.